martes, 13 de enero de 2015

La obligada compañía del corredor en círculos. Noche de Reyes



5 de enero de 2015

Periódicamente la ciudad de León huele a estiércol. No me refiero a los olores metafóricos de olla podrida en La Regenta. Digo que huele literalmente a bosta (o cucho, que dirían en Vetusta). Así que, entre la niebla que parece transportar o sostener esos mefíticos efluvios y envuelto en la oscuridad, voy renqueando al río donde no me extrañaría encontrarme con Jack el Destripador ordeñando una vaca. Bajo esa febril sugestión y yendo hacia el Puente de los Leones oigo lo que creo son disparos*. Es, claro, el estrépito de la asimismo delirante cabalgata de los Reyes Magos.




*¿Qué? No sería tan raro. Véase entrada del día 15 de mayo de 2014.



 

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