martes, 28 de enero de 2014

La obligada compañía del corredor en círculos. Los signos del carcamal





27 de enero de 2014


Hoy, a las ocho de la noche, con una sensación térmica de menos cuatro o menos cinco grados y cuando llevo unos quince minutos corriendo me doy cuenta repentinamente de que estoy documentando mi propia decadencia y vejez. Dejando caer (como Cela en Mazurca para dos muertos con las nueve señales del hijoputa) las cosas que pierdo y que no volverán. Anda por ahí la primera: no poder dormir la mañanada. Por cansado o resacoso que esté. La segunda: la tabla de multiplicar. Nunca he sido bueno con los números pero se me están olvidando los normales: el ocho por siete, el nueve por ocho… Lo tengo que pensar. Cuando tenga problemas con la tabla del seis sabré que todo ha terminado.







2 comentarios:

  1. Tener que pensar las tablas de multiplicar supongo que es bueno, querrá decir que aprendes razonando y no sólo memorizando...

    A otra cosa. No sé si el tema de si las zapatillas son esenciales para el ejercicio del trote quedó medianamente cerrado. Vengo aquí a añadir un artículo que pueda aclararlo... o no:

    http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/02/140206_mitos_medicos_realmente_zapatos_deportivos_finde_jgc.shtml

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  2. Si uno tiene que razonar cada vez que utiliza el sistema decimal, el sexagesimal o incluso el binario, malo.
    Y creí que habíamos zanjado el tema de las zapatillas deportivas: que son un timo.

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