martes, 28 de enero de 2014

La obligada compañía del corredor en círculos. Oficio de tinieblas





24 de enero de 2014




Hablo con un atleta de esto. Uno de verdad. De los que hacen maratones por el campo, miden uno treinta y cinco y pesan veintinueve kilos. Sale el tema de las yinkanas colectivas que se organizan cada dos por tres y me cuenta una cosa que no sospechaba: se pueden organizar mal. Yo creía que con la buena voluntad de los corredores (¡que pagan por participar!) bastaba. No. Lo importante es el público y no todos los públicos son iguales. Si no lo preparas bien puede resulta que haya partes del recorrido vacías de espectadores o… (esto es lo que me dejó más turulato) ¡con gente que insulte a los participantes! En serio. ¡Culo gordo! ¡Adónde vas que no puedes con los huevos! Cosas así. Dios santo.





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