domingo, 28 de abril de 2013

La obligada compañía del corredor en círculos. El chino del dolor



28 de abril de 2013


Domingo. Por la mañana nieva durante un minuto. Ha vuelto el invierno de nuestro descontento. Esto no se acaba nunca. En el río admiro una majestuosa grulla, que para los chinos simboliza… eeerm… todo; y para los antiguos era un símbolo de la prudencia y la vigilancia. Lo dice la Wikipedia, donde compruebo que sea una grulla lo que he visto y no cualquier otra ave acuática o una subdelegada de Agricultura. Debería investigar qué entiende la entrada por los antiguos. A ver, que me pierdo: vi una grulla y quiero pensar que es una señal propicia y un auspicio felicísimo. Me parece que escribí exactamente lo mismo y extraje las mismas (alucinadas) conclusiones el verano pasado cuando vi a un zorro y desde entonces no he levantado cabeza. Da igual. Si mediante la meditación, las drogas o las extenuantes gimnasias llego a convencerme de que esto es un diorama y yo mismo, el mando a distancia, todo irá bien. Todo irá bien. Todo irá bien. Todo irá bien. Todo irá bien.










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